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Storybrooke es un pueblo de Main, dónde los personajes de cuento están atrapados sin memoria por culpa de una Reina Malvada. Nos situamos en la 1 temporada, cuando Emma llega al pueblo y entonces las cosas...cambian. Lo bueno de esta trama es que, todo lo que ha pasado en el bosque encantado tu te lo puedes inventar, teniendo en cuenta los personajes canon y desde donde comienzan. Un rol donde puedes rolear en pasado y en presente.
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El desayuno no es lo más importante del día || Ruby
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El desayuno no es lo más importante del día || Ruby
por Invitado Mar Feb 23, 2016 12:34 am
Victoria entró haciendo leves ruidos de tacón en el piso recién limpiado. Sonrió a las pocas personas que estaban ahí compartiendo un desayuno y se sentó en su lugar de siempre en la barra del Granny's Dinner.
Se sentía todavía algo tonta por la noche anterior, haberse aventurado a ir al bar sola era un gran paso, pero fue un enorme salto para alguien como ella. Al menos, pensó, todavía tenía muchas oportunidades de aprender y volver a ir y no meter la pata. También agradeció a los cielos que no se hubieran enterado sus padres, si no estaría ahora en la primer plana del periódico anunciando la desgracia familiar que habría caído sobre los Blake.
Esperó a que Ruby le atendiera como en todas las mañanas y sonrió son saber si contarle su desastrosa experiencia o mejor invitarla a ir con ella algún otro día. Seguramente iría mejor, Ruby sabía cómo moverse en esos ambientes, ella más bien se había sentido como un gato en una jaula con perros.
-Buenos días- dijo sonriendo. Ruby era con mucho, una de las mejores personas que había conocido en ese pueblo pequeño, sus padres no la aprobaban pero había aprendido a no oír a sus padres en cuanto a relaciones personales se tratara, ya era bastante con que quisieran manejar su futuro, no dejaría que manejaran también su vida social. Entonces pidió lo de siempre, un desayuno ligero acompañado de un café y esperó a que hubiera suficiente tiempo como para que Ruby se sentara con ella a almorzar. -¿Que tal tu fin de semana?-
Se sentía todavía algo tonta por la noche anterior, haberse aventurado a ir al bar sola era un gran paso, pero fue un enorme salto para alguien como ella. Al menos, pensó, todavía tenía muchas oportunidades de aprender y volver a ir y no meter la pata. También agradeció a los cielos que no se hubieran enterado sus padres, si no estaría ahora en la primer plana del periódico anunciando la desgracia familiar que habría caído sobre los Blake.
Esperó a que Ruby le atendiera como en todas las mañanas y sonrió son saber si contarle su desastrosa experiencia o mejor invitarla a ir con ella algún otro día. Seguramente iría mejor, Ruby sabía cómo moverse en esos ambientes, ella más bien se había sentido como un gato en una jaula con perros.
-Buenos días- dijo sonriendo. Ruby era con mucho, una de las mejores personas que había conocido en ese pueblo pequeño, sus padres no la aprobaban pero había aprendido a no oír a sus padres en cuanto a relaciones personales se tratara, ya era bastante con que quisieran manejar su futuro, no dejaría que manejaran también su vida social. Entonces pidió lo de siempre, un desayuno ligero acompañado de un café y esperó a que hubiera suficiente tiempo como para que Ruby se sentara con ella a almorzar. -¿Que tal tu fin de semana?-
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Re: El desayuno no es lo más importante del día || Ruby
por Invitado Miér Feb 24, 2016 11:42 am
Si normalmente era difícil para Ruby levantarse cada mañana, aquella directamente había sido una tortura. Para cuando llegó a la posada la noche anterior, ya ni siquiera podía denominarse como noche, incluso algún gallo de un vecino con muy poca clase anunciaba lo poco que faltaba para el amanecer.
Su abuela, que resultaba más astuta que un zorro en aquel tipo de situaciones, se había encargado que la chica despertara después de, lo que parecieron, sólo segundos después de haber tocado su almohada.
Desde luego que estaba malhumorada; malhumorada, somnolienta y con resaca, para ser más precisos. Pero eso no le impidió arreglarse tan "bien" como todos los días.
Donde su humor se reflejaba era en el trato con los clientes de la cafetería, que parecían especialmente irritantes aquel día. Casi todos molestando sobre cambios o equivocaciones en sus órdenes. Todos unos mimados e indecisos, a parecer de Ruby, quien no consideraba que podía ser ella quien se estuviera equivocando al repartir los platos.
—Pues no sé qué tienen de buenos —Respondió, hablando entre dientes, al saludo de la recién llegada. Aunque se arrepintió en seguida, al notar de quién se trataba. Dejó un poco la cafetera con que llenaba la taza de Marco y fue a saludar a la chica con un beso en la mejilla—. Lo siento, nena, mala mañana. Ahora regreso...
Hizo un gesto de mano, restándole importancia al asunto, y dejó a su amiga para que otra de las chicas de la barra le tomara su orden. Aquello estaba abarrotado, pero se apresuró a rellenar tazas de café, llevar zumos y repartir tostadas, para cuando llegó al lado de Victoria, el desayuno de la chica estaba llegando también.
—Me tomaré un descanso de diez minutos, Grace ¿Me cubres? —La otra chica, quien obviamente no había tenido un despertar como el de ella, asintió con una sonrisa.
Ruby normalmente acompañaría a Victoria con algo más sustancioso, pero en vez de eso echó dos pastillas efervescentes en un vaso de agua, esperando que hicieran milagros.
—Pueees... —Por fin respondió a la chica, hasta después de haber dejado el vaso vacío y se lo indicó con una sonrisa de lado—. Ya te imaginarás. En realidad empezó muy bien ¿Recuerdas el bombero del otro día? Salimos ayer en la tarde y para la noche ya me quería... —Bajó la voz, mirando a todos lados para asegurarse que su abuela no estuviera ahí—. No le bastó con meterme la lengua hasta las amígdalas, no quería ni segunda, ni tercera base, ese chico quería meter un home run... Si me explico.
Negó con la cabeza, está bien que ella no fuera una chica precisamente inalcanzable, pero tampoco era tan fácil, ni se iba a andar metiendo con tipos así como así, no con una abuela como la que ella tenía. Claro que no mencionó con quién se había ido de fiesta después, para que la resaca aun le continuara, pero de momento estaba más interesada por Victoria.
—Pero basta de mí, cuéntame de ti. Sólo me llegó medio mensaje al móvil ¿Qué fue ese "No adivinarás dónde estoy"? Me imaginé mil cosas, dime por favor que terminaba con un "En brazos de mi chico misterioso" —Le guiñó un ojo con complicidad. Sabía que su amiga no era así, aunque debería, al menos por una vez.
Su abuela, que resultaba más astuta que un zorro en aquel tipo de situaciones, se había encargado que la chica despertara después de, lo que parecieron, sólo segundos después de haber tocado su almohada.
Desde luego que estaba malhumorada; malhumorada, somnolienta y con resaca, para ser más precisos. Pero eso no le impidió arreglarse tan "bien" como todos los días.
Donde su humor se reflejaba era en el trato con los clientes de la cafetería, que parecían especialmente irritantes aquel día. Casi todos molestando sobre cambios o equivocaciones en sus órdenes. Todos unos mimados e indecisos, a parecer de Ruby, quien no consideraba que podía ser ella quien se estuviera equivocando al repartir los platos.
—Pues no sé qué tienen de buenos —Respondió, hablando entre dientes, al saludo de la recién llegada. Aunque se arrepintió en seguida, al notar de quién se trataba. Dejó un poco la cafetera con que llenaba la taza de Marco y fue a saludar a la chica con un beso en la mejilla—. Lo siento, nena, mala mañana. Ahora regreso...
Hizo un gesto de mano, restándole importancia al asunto, y dejó a su amiga para que otra de las chicas de la barra le tomara su orden. Aquello estaba abarrotado, pero se apresuró a rellenar tazas de café, llevar zumos y repartir tostadas, para cuando llegó al lado de Victoria, el desayuno de la chica estaba llegando también.
—Me tomaré un descanso de diez minutos, Grace ¿Me cubres? —La otra chica, quien obviamente no había tenido un despertar como el de ella, asintió con una sonrisa.
Ruby normalmente acompañaría a Victoria con algo más sustancioso, pero en vez de eso echó dos pastillas efervescentes en un vaso de agua, esperando que hicieran milagros.
—Pueees... —Por fin respondió a la chica, hasta después de haber dejado el vaso vacío y se lo indicó con una sonrisa de lado—. Ya te imaginarás. En realidad empezó muy bien ¿Recuerdas el bombero del otro día? Salimos ayer en la tarde y para la noche ya me quería... —Bajó la voz, mirando a todos lados para asegurarse que su abuela no estuviera ahí—. No le bastó con meterme la lengua hasta las amígdalas, no quería ni segunda, ni tercera base, ese chico quería meter un home run... Si me explico.
Negó con la cabeza, está bien que ella no fuera una chica precisamente inalcanzable, pero tampoco era tan fácil, ni se iba a andar metiendo con tipos así como así, no con una abuela como la que ella tenía. Claro que no mencionó con quién se había ido de fiesta después, para que la resaca aun le continuara, pero de momento estaba más interesada por Victoria.
—Pero basta de mí, cuéntame de ti. Sólo me llegó medio mensaje al móvil ¿Qué fue ese "No adivinarás dónde estoy"? Me imaginé mil cosas, dime por favor que terminaba con un "En brazos de mi chico misterioso" —Le guiñó un ojo con complicidad. Sabía que su amiga no era así, aunque debería, al menos por una vez.
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Re: El desayuno no es lo más importante del día || Ruby
por Invitado Vie Feb 26, 2016 8:23 pm
¿Mala mañana?, Realmente no quería llegar a averiguar qué la tenía ese día de malas pulgas, pero sonrió al escuchar la disculpa y negó con la cabeza para evidenciar que no pasaba nada. Después de un rato su desayuno y café estuvieron listos y para cuando ella estaba untando mantequilla en su pan Ruby ya se había sentado con ella, le sonrió alzando de forma lenta una de sus cejas al ver lo que la chica se iba a tomar. Seguramente fue un fin de semana agitado para ella, lo que confirmó cuando comenzó a responderle su pregunta.
¿Que si recordaba al bombero?, ¿y quien no?, aquel apuesto muchacho con un montón de músculos repartidos por el cuerpo no era alguien a quien se podría olvidar tan fácilmente. Frunció el ceño de forma cómica no quería imaginar al chico en la garganta de Ruby pero ya era demasiado tarde.
-pobresillo, quiso apagar el fuego en la fuente equivodada... ¿o me equivoco?- sus ojos se abrieron con expectación mientras le daba una mordida a su pan tostado. Ruby era una chica hermosa, casi todos en StoryBrook habían fijado su mirada en ella hasta que se daban cuenta que no era un hueso duro de roer, por eso le agradaba tanto, tenía personalidad fuerte y pese a ser tan hermosa no era como las chicas que sólo buscaban atención y alguien en quién incar el diente.
Entonces sonrió. La idea de estar en brazos del 'chico misterioso' era tentadora, pero ella aún no llegaba ni a decirle un hola al chico.
-¿Qué?.. ¡no!... no fue eso- contestó dando un sorbo a su café, aunque la idea le hizo sonreír, -me atreví a ir al Rabbit Hole- comentó no sabía si sentirse orgullosa o todavía asustada. -Fue.. algo.. extravagante, la música ni siquiera dejaba hablar en paz-
¿Que si recordaba al bombero?, ¿y quien no?, aquel apuesto muchacho con un montón de músculos repartidos por el cuerpo no era alguien a quien se podría olvidar tan fácilmente. Frunció el ceño de forma cómica no quería imaginar al chico en la garganta de Ruby pero ya era demasiado tarde.
-pobresillo, quiso apagar el fuego en la fuente equivodada... ¿o me equivoco?- sus ojos se abrieron con expectación mientras le daba una mordida a su pan tostado. Ruby era una chica hermosa, casi todos en StoryBrook habían fijado su mirada en ella hasta que se daban cuenta que no era un hueso duro de roer, por eso le agradaba tanto, tenía personalidad fuerte y pese a ser tan hermosa no era como las chicas que sólo buscaban atención y alguien en quién incar el diente.
Entonces sonrió. La idea de estar en brazos del 'chico misterioso' era tentadora, pero ella aún no llegaba ni a decirle un hola al chico.
-¿Qué?.. ¡no!... no fue eso- contestó dando un sorbo a su café, aunque la idea le hizo sonreír, -me atreví a ir al Rabbit Hole- comentó no sabía si sentirse orgullosa o todavía asustada. -Fue.. algo.. extravagante, la música ni siquiera dejaba hablar en paz-
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