Una taza de chocolate y una charla [Emma]

Se lo había dejado muy claro; No se iba a marchar. La razón era sencilla, su hijo, y la preocupación que el le daba como madre. Y es que aun que Emma se hubiera saltado parte de su vida, sabía que ahora la que tenía no era de su agrado. Se había encariñado con el demasiado, lo suficiente como para querer quedarse. Por un momento pensó que hizo mal en dejarlo, pero es que no iba a tener fuerzas, después de que su padre la tendiera aquella trampa que la hizo estar en la cárcel. Entró a la cafetería medio dormida, por fin había dejado de dormir en su coche amarillo, y tomaba las riendas de su vida en aquel pueblo. Había dormido no muy mal, y se acercó a la cafetería con cara de no haber despertado aun. A lo lejos mientras tomaba su bandeja con el desayuno, pudo ver a Mary Margaret muy entretenida en sus apuntes. La conocía al ser la profesora de Henry, y había hablado un par de veces con ella, se hizo su amiga, se llevaban bastante bien, y empezaba a acoplarse en el pueblo.

- ¿ Hay sitio para una más o estas muy líada? - se sentó despacio esbozando una sonrisa, después de estar una hora peleando con Regina , era bueno de vez en cuando ver una cara amable.

Era demasiado importante para ella. Henry había tomado fuerza en la vida de la rubia, y se había instalado a pesar de tener que esquivar las maldades de Regina. - Si, me voy a quedar, aun teniendo que esquivar los obstaculos que la Alcaldesa me impone- suspiró acomodándose y comió un pedazo de donuts a continuación. Le agradaba el pueblo, era tranquilo en cierta manera, aun que tuviera que pelear a diario casi con Regina. Era mejor que el bullicio de la ciudad, un pueblo básicamente calmado sin mucho que hacer. - Así que me verás mucho por estos lugares. ¿Qué se hace aquí los fines de semana? - preguntó con interés la rubia mientras se limpiaba los labios con la servilleta. Los cambios de aire a Emma le venía bien pero también ya que se iba a quedar allí quería saber más de lugares interesantes del pueblo.

No era que saliera demasiado por las noches cuando estaba en Boston, pero si le apetecía desestresarse de todo lo que le hacía sentir Regina, terminaba en el poco tiempo que estaba allí demasiado cansada, y necesitaba olvidarse. - Oh eso también es un buen plan- después se dió cuenta que Mary se había puesto colorada al hablar de el hospital. Se refería a lo de ver pelis, cosa que ella hacía muy a menudo también. - Voluntariado en el hospital- Se replanteaba quedarse más tiempo de lo estipulado si Henry no mejoraba nada. Se llevó el cabello detrás de la oreja y observó la rojez de su nueva amiga - Que hay en el voluntariado que te pones tan roja - sonrió de manera socarrona confidente. Mary le agradaba, era una de las personas del pueblo que mejor le caían.

Emma era muy intuitiva, demasiado intuitiva, sabía cuando alguien estaba " Pillado " de alguien enseguida. Esbozó una sonrisa socarrona rascando su cabeza - Tengo una idea ¿ Y si hacemos eso este finde y me hablas del personal normal de el hospital? - Estaba bien de vez en cuando  tener una buena amiga, y eso se agredecía en un pueblo donde además a penas conocía a la gente todavía. Una noche de chicas, hacía siglos que no tenía una noche así, desde que su mejor amiga la dejó como Neal abandonada. Sonrió levemente y se llevo su bebida  a los labios esperando una respuesta positiva por parte de la profesora - Creo que me vendrá bien un poco de distracción , sin tener los pies de la Alcaldesa pisándome.- Era horrible dar un paso y encontrarse con ella detrás todo el rato, así que soltó eso para ver si Mary la ayudaba a desestresarse un poco.

. Aquella mirada y esa risa floja la recordaba a ella misma con Neal, sonrió ante el acto de Mary Magaret - Alguien de el hospital te gusta eh... - dijo con un tono de broma mirándola.  Estaba sacando su vena cotilla que no sabía que tenía. Regina le parecía un tanto inmadura, y más con lo que le dijo ahora mismo Mary Margaret. Abrió los ojos de par en par - ¿ En serio? ¿ por el libro?- Se quedó bastante sorprendida, la verdad es que no entendía que tenía de malo el libro. Si, Henry decía aquellas cosas de ella, era por que realmente se comportaba como una verdadera  bruja. - No lo comprendo, por más que intento entenderla, desde luego, no sé que pensar de ella - Dijo mientras se llevaba el cabello detrás de las orejas - Casi prefiero este   fin de semana emborracharme o algo así para olvidar que la tengo que ver a cada segundo.-  El problema de Henry no era el libro, Regina es demasiado cerrada demasiado dura, y extricta, y Henry solo era un niño que necesitaba salir y disfrutar.

Debía haber pasado demasiado, lo supo por el tono de pesadumbre que ella empleaba. Sonrió levemente y terminó su comida - Comprendo- dijo referente a lo de el hospital. - La debió pasar algo,  a  Regina, para.. ser así -  Se negaba a pensar que una persona pudiera ser tan rastrera de no solo cortarla el agua en su habitación solo, si no  de negarle ver lo que por naturaleza era de ella. Y no, Emma no quería quitarle al niño, pero si deseaba que estuviera bien. - Bueno Henry no deja de decir que todos somos personajes de un cuento. Creo que se abraza a una realidad que no existe, porque la que tiene es mucho peor. Tenemos que econtrar la manera- Cuando se quiso dar cuenta, su plato estaba vacío - Te tomo la palabra de lo de comprar bebida. ¿Sabes dónde puedo comprar? -Todo el mundo temía a Regina, pero Emma no, Emma era dura, y se enfrentaría a ella las veces que hiciera falta para que entrara en razón, si es que se podía. Tomó su cartera para pagar, y su teléfono con la otra mano. El móvil comenzó a vibrar, en la pantalla ponía " Reina Malvada"cuando lo miró, no recordaba haber puesto ese nombre en el número de Regina, debía ser cosa de Henry. No puedo evitar reir al ver el nombre - Voy a pagar- 

Emma esbozó una sonrisa - Cree que eres Blancanieves y mi madre- Tomó el dinero pegando una carrera a la barra para pagar. Esta vez lo haría ella. - En la fiesta de pijamas pagas tu- comentó levemente mientras se disponía ir a la puerta. Tenía que ir a ver que quería ahora la Alcaldesa, no convenía mucho cabrearla y tampoco quería eso, ya había aguantado demasiado. - Cuando salgas de trabajar te voy a buscar y compramos la bebida. Hoy es viernes ¿ Te hace?- Sujetó la puerta con una mano, no la habíoa dejado reaccionar ante la invitación de lo que estaba tomando. Pronto Emma hablaría con el Sheriff para poder trabajar con el ayudandolo, así podría sentirse útil. Se colocó su chaqueta roja para despedirse de Mary, no tardaría en verla de nuevo, pero esta vez sería en la casa de esta.